Amar é constitucional

"Ya era hora de obtener algún resultado positivo.
Tras años de lucha por parte de diferentes colectivos se ha logrado conseguir la tan deseada igualdad en el matrimonio.
Por fin en nuestra sociedad se derribaron ciertas barreras que establecían diferencias ilógicas entre las personas por tener una u otra preferencia sexual.
Nos llevan marcando pautas de comportamiento desde la cuna y nos dejamos llevar por las mayorías llegando a aceptar cosas con las que estamos completamente en desacuerdo. Sin embargo, la inteligencia humana sabe, en muchos casos, dónde parar los pies a esos que pretenden dominar nuestras vidas.
Los sentimientos no son negociables y, evidentemente, nadie nos puede decir de quién debemos enamorarnos y de quién no.
Hasta ahora, el hecho de considerar matrimonio una unión homosexual no estaba permitido. De hecho, algunos organismos (como la Iglesia) lo tachan de inmoral porque "rompe con la estructura normal del núcleo familiar".
Afortunadamente el concepto de "normalidad" que tenemos muchos, difiere bastante del pensamiento retrógrado e intolerante de dichos organismos.
Todavía queda mucho por hacer para que la integración de algunos colectivos sea completa, sin embargo, no hay duda que esta igualdad matrimonial es un buen comienzo.
Cada uno es libre de amar a quien quiera y está en su pleno derecho a unir su vida a esa otra persona para siempre. En eso consiste el matrimonio. En eso consiste el amor. En eso consiste una sociedad sin etiquetas en la que cada quien sea dueño de sus propios sentimientos.
¡Enhorabuena!"

Magali Barreiro Monteagudo
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